He recibido muchos reproches por mis crónicas en Diario Progresista durante la ardua y dura negociación entre las empresas
OHL, FCC y Sacyr, concesionarias de la limpieza urbana de Madrid, y los
representantes de sus trabajadores.
Reproches que, por cierto, vienen en su mayoría de integrantes
de la “verdadera izquierda”, rodeacongresos
de pro y de los populares movimientos horizontales que, como todos sabemos, son
los únicos legitimados para reclamar, hoy por hoy, democracia real ya.
He defendido en mis crónicas que los trabajadores son los
ganadores de la negociación. Y lo mantengo. Lamentablemente, los asalariados de
la limpieza de Madrid responden ante sus contratos, suscritos con empresas privadas
amparadas por las equivocadas y fracasadas en su objetivo reformas laborales socialistas
(sí, por los míos, ¿o no puedo criticar yo a los míos?), y las crueles y
absolutamente exitosas (también en sus
objetivos) pergeñadas por el Partido Popular.
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