Dentro de
unos días se celebrará en los Juzgados de lo Social de Madrid el juicio por el
despido de Nico Ferrando, que fuera agente comercial de SantaLucía Seguros
hasta que la delegación –‘agencia’ en el argot de la compañía- en la prestaba
servicios, sita en la calle General Ricardos de Madrid, 127 y con email corporativo
de extensión “santalucia.es”, como así figura en su web, decidió prescindir de
sus servicios.
Solo unos meses antes de producirse dicho despido, el propio
gigante de los seguros había reconocido a Nico como uno de sus mejores agentes,
en un acto público en el que se le hizo entrega de un diploma acreditativo de su
excelencia como vendedor de pólizas de seguros (ver foto).
El despido de Nico se produjo después de una serie de
denuncias por acoso homofóbico que el joven agente puso en conocimiento de la compañía, y de una serie de irregularidades
que él mismo notificó a la Dirección General de Seguros y que sus superiores
inmediatos pretendieron achacarle, llegando a abrir un proceso penal, en las que
justificaron el despido cuya procedencia o no se dirimirá el 26 de febrero en
sede judicial.
Viene a cuento recordar todo esto porque fui yo quien, como
redactor del desaparecido Diario Progresista, publiqué una serie de artículos,
entrevistas y documentos que acreditaban los hechos denunciados por Ferrando
respecto del acoso y discriminación sufridos por su orientación sexual.
Así, los títulos de algunas informaciones contrastadas y
publicadas por Diario Progresista fueron
«Demanda contra Santa Lucía Seguros por acoso a uno de sus comerciales más
destacados por uno de sus comerciales más destacados por 'maricón de mierda' y
'vedette'», «Santa Lucía Seguros acosó,
al menos, a un cliente para obtener testimonios de índole sexual contra Nico
Ferrando», «Santa Lucía Seguros responde con una querella criminal contra Nico
Ferrando», «La investigación interna de Santa Lucía Seguros corrobora el acoso
sexual a Nico Ferrando por su orientación sexual»; «Lanzan el 'hashtag'
#YoCreoaNicoFerrando en apoyo al ex agente gay despedido por Santa Lucía
Seguros»; «Un segundo cliente de Santa Lucía Seguros confirma la
persecución a Nico Ferrando por ser gay»; «Políticos y activistas LGTB y de los
Derechos Humanos apoyan a Nico Ferrando» o «Llaman desde Santa Lucía a la
madre de Nico Ferrando en Argentina y le advierten de que irá a la cárcel
'si no reflexiona'».
Todas estas informaciones, firmadas por mí, fueron debidamente contrastadas, apoyadas por declaraciones de
testigos que no dudaron hacerlo a cara descubierta, e incluso documentos firmados por algunos de ellos en
los que dejaban testimonio escrito de sus declaraciones.
Sin embargo, SantaLucía presentó ante los juzgados una
querella por injurias y calumnias contra Diario Progresista, su director cuando
se publicaron esta serie de artículos, contra el propietario del medio, y
contra mí mismo como autor.
La querella de SantaLucía pretendía y logró que, tras
consensuarlo con el propio Nico Ferrando, tanto el periódico como su entonces
director, el propietario y yo mismo nos viéramos obligados a firmar una
retractación de lo publicado.
El texto con el que lo hicimos fue el siguiente:
«Por el presente comunicado la sociedad Editora Diario Progresista S.L.
(...) y Pedro Echevarría Sánchez, en calidad de redactor,
manifiestan que (...) reconocen que no debieron publicar los artículos,
así como que no se contrastó debidamente la información publicada», consta en
la rectificación publicada en la web como resultado del acuerdo extrajudicial.
Los autores del presente comunicado retiran y se retractan de todos y cada
uno de los artículos mencionados (...), piden públicas disculpas a Santa Lucía
S.A. Compañía de Seguros y Reaseguros por los comentarios señalados, y otros de
similar naturaleza que puedan haber empleado (...), y se comprometen y se
obligan a realizar todas las acciones que estén en su mano a fin de retirar los
artículos y las noticias relacionadas».
¿Por qué accedimos a publicarlo? Es bien fácil, y el propietario
de Diario Progresista lo explicó con toda claridad en declaraciones a El Mundo:
«Estoy seguro de que la querella no se habría admitido a trámite siquiera, pero
no tenemos dinero para abogados, ése es el motivo de que no fuéramos a juicio
contra ellos». Y ese, y no otro, fue el motivo por el que aceptamos publicar el
retracto de todos los artículos que yo mismo había escrito, contrastado,
documentado y verificado con testimonios directos de testigos.
[También pesó que si la querella hubiese sido admitida a trámite en las semanas anteriores a las elecciones municipales de mayo de 2015, a las que concurría como candidato a la Alcadía de Madrid Antonio Miguel Carmona, este podría haber sido imputado, lo que sin duda hubiese sido utilizado electoral y torticeramente por la campaña de principal su rival en aquella contienda, Esperanza Aguirre. Pero esa es otra historia. (¿o no?)]
Es importante aclarar que, antes de hacerlo, nos pusimos en
contacto con Nico y le explicamos nuestra preocupación por el el proceso iniciado por SantaLucía Seguros contra nosotros podía suponer, y
el temor de que el caso cayera en manos de jueces inadecuados (como ha ocurrido
recientemente con el caso de los titiriteros de Madrid), forzara un largo
proceso -y caro- y en el peor momento. En Mayo del pasado año, nos vimos obligados a cerrar Diario
Progresista porque ya resultaba imposible el sostenimiento de sus costes. Por mi parte,
adquirí el compromiso de acudir como testigo al juicio por el despido y
reiterarme en todo lo que en su momento publiqué.
Como profesional de la información y la comunicación, tener
que retractarme de lo publicado supuso el peor el momento de mi carrera, pero
de ninguna forma podía permitirme los gastos en abogados y procuradores que el proceso
hubiese exigido.
Sin embargo, pasado este tiempo, la sociedad editora ya no
existe, y aquí, y públicamente, me retracto ahora de mi retractación y afirmo
que todos los artículos que publiqué sobre el caso Nico Ferrando se basaron, como
ya he dicho, en informaciones
debidamente contrastadas, testimonios y documentos. Y asumo toda la responsabilidad sobre los mismos.
Y si SantaLucía Seguros quiere volver a querellarse contra mí, adelante. Creo
en el Sistema y sé que es una querella que tiene perdida de antemano. Por mi
parte, pediré amparo a la Justicia para que me asigne los medios de defensa que mi
situación económica no me permiten costear, y esta vez, como carezco de dinero
o propiedad alguna, respondo con mi mayor y único patrimonio, que es mi
palabra.
Dicho queda, en honor a la verdad, y porque creo que se lo
debo a Nico, a mi propia estima como periodista, y a conseguir que prevalezca
la Justicia siempre por encima de todo.
Todos los artículos que publiqué, verificados ante notario,
están accesibles en estos enlaces y asumo, a todos los efectos y de manera
personal, todo lo contenido en ellos.