jueves, 27 de abril de 2017

Podemos se pide elecciones

Publicado en Irispress Magazine


Defiende el maestro Eduardo Sotillos que “ni al más genial estratega del PP se le hubiera ocurrido la idea de que Podemos anunciara su intención de presentar una imposible moción de censura. Ya no hay hueco para abrir los telediarios con la CORRUPPCIÓN, y sí para mostrar el enfrentamiento de la izquierda. Entre sí e internamente.”

Porque de eso va el paso dado por los diputados del grupo Unidos Podemos –resuelta la muerte de Izquierda Unida- al proponer una Moción de Censura abocada al fracaso desde su anuncio. Pablo Iglesias, Monereo mediante, teme más la recuperación del PSOE que la continuidad de Mariano Rajoy en La Moncloa. Sabe que Ciudadanos nunca apoyará una moción de censura promovida por la formación morada. Igual que sabía y sabe, pues pocos minutos han tardado los diputados de ERC en manifestarlo, que los independentistas no apoyarán un cambio de Gobierno que no lleve aparejado la celebración del referéndum secesionista e ilegal en Cataluña.

Brindis al sol de Podemos, que busca violentar el debate congresual del PSOE con una maniobra imposible, solo unas horas después de que Pedro Sánchez regalara a Rajoy la conveniencia de responder por la corrupción del PP en el plácido Pleno del Congreso, en vez de ser interrogado bajo juramento en una Comisión de Investigación mucho más peligrosa para sus intereses políticos y personales. Sánchez tiene esas cosas, le va lo pomposo más que lo útil.

Parece que Podemos esté marcando el camino de Rajoy a su enésima escapada. A partir del próximo miércoles, el Presidente del Gobierno tendrá en su mano la capacidad de disolver Las Cortes Generales y convocar nuevas elecciones sin necesidad de consultar con nadie. La convocatoria no podrá producirse si Podemos registra la Moción de Censura en los próximos cinco días. Si no es así, la propia espada de Damocles de la posible moción, la división de la izquierda, el quiebro que la convocatoria supondría al Congreso aún sin celebrar del PSOE, y el desafío soberanista, son elementos propicios para la disolución de las Cámaras. Evitarían a Rajoy someterse a la Comisión de Investigación, y pondría en manos del electorado la renovación de la confianza mayoritaria en el Partido Popular, como indican todos los sondeos, a pesar de la que está cayendo sobre los charranes de la calle Génova. Que, por cierto, es exactamente la misma que hace un año, pero con un mísero encarcelado más.


El sorpasso al PSOE, aunque condene a los españoles a más y más fuerte PP, es excesivamente tentador para Pablo Iglesias, cuya desmedida ambición política no contempla gobernar este país. En Ciudadanos sonríen.

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domingo, 9 de abril de 2017

DEP, compañera Carme Chacón



sábado, 8 de abril de 2017

¿Pero qué ‘rebelión’ es esta?

Publicado en Irispress Magazine.



Establecida y difundida ya la idea de un posible pucherazo en las primarias socialistas (¿es que los sanchistas no van a destacar interventores en las mesas electorales el 21 de mayo?), sostiene ahora el secretario de organización de los socialistas navarros, Santos Cerdán, que muchos militantes que apoyan a Pedro Sánchez, sin embargo, 'temen' avalarle.

Es gente “con miedo”, que “reciben presiones de sus aparatos. ¿Pero qué rebelión es esta? No se puede presumir de ir petando auditorios y plazas, y luego insinuar que si Pedro Sánchez logra menos avales que Susana Díaz -incluso que Patxi López- es porque sus huestes, la rebelión de las bases que llena por miles sus mítines, tienen miedo a firmar un papel dando la cara por el liderazgo que reclaman. A ver si al final, los que quieren dirigir el partido socialista y salvar al país son los mismos que se achantan ante un maléfico secretario de organización. ¿Qué temen? ¿Qué temen perder que no hayan logrado por sus propios méritos? ¿Y cómo se conjuga tanta épica con esta cobardía confesada?

Sigo sin entender qué pretende Pedro Sánchez. 


También  sostiene Santos Cerdán en eldiario.es  que con Pedro Sánchez  y “quienes le apoyamos”, el PP no estaría gobernando. Qué agotadores son.
Es lo que tiene relatar el presente político como si de una religión se tratase, con ‘resucitado’ incluido. Forzar la buena fe ajena hasta que acabe interiorizando tus propios delirios.
Si Pedro Sánchez se hubiese sometido a una segunda (y humillante) Sesión de Investidura, el PP no solo estaría gobernando, sino que es muy probable que lo haría con una mayoría mucho más cómoda a la de ahora, rayando la absoluta, o superándola en compañía de Ciudadanos. O, en el mejor de los escenarios, se hubiese repetido la misma aritmética parlamentaria de ahora. Nada, absolutamente nada, indica que se hubiese producido un vuelvo electoral para desalojar a Rajoy de La Moncloa. Y mucho menos, para consagrar a Pedro Sánchez como nuevo líder del país.
Pedro Sánchez no podía subir a la Tribuna de Oradores del Congreso y defender victorioso su candidatura sin proponer a los diputados un "nuevo marco de relaciones con Cataluña", que debería derivar en la celebración de un referéndum -ilegal- sobre la independencia. Hasta la saciedad le dijeron gente como Joan Tardá, el inefable Gabriel Rufián y los herederos del pujolismo, que eso era condición sine qua non hubiese obtenido los votos afirmativos que requería para ser investido
Es decir, los del partido de Artur Mas y Jordi Pujol (ejemplos obvios de la 'regeneración' moral que ahora propugna Pedro Sánchez), y ERC exigían al no candidato dinamitar la posición política y consensuada del PSOE sobre España, plasmada en la Declaración de Granada. Hubiese bajado de la tribuna de nuevo derrotado. Directo a unas peligrosísimas elecciones. No podía hacerlo. Nunca hubiese sido Presidente.

Pensar que tras ese nuevo fracaso, el Partido Socialista, máxime con Pedro Sánchez al frente, hubiere mejorado su posición electoral, solo cabe en la epopeya mística en la que el sanchismo parece vivir esta campaña de primarias. Una ensoñación en la cual el hoy fénix Sánchez no es Presidente del Gobierno porque lo impidieron sus propios compañeros. Es mentira. Pedro Sánchez sabe a ciencia cierta que es mentira. Miente y engaña a sus seguidores. 

El PSOE no se abstuvo para dar el Gobierno al PP -así lo clame Pedro Sánchez y mucho lo repiqueteen sus sargentos-. Lo hizo para impedir que Mariano Rajoy se beneficiara de los muchos errores del ex líder socialista, y mejorara aún más, sin hacer absolutamente nada, su poder legislativo. Una dolorosa decisión, consecuencia del pésimo liderazgo de Pedro Sánchez.

Querer hacer de la incapacidad del líder caído 'pruebas de liderazgo', es algo de estas primarias que los politólogos tendrán que estudiar cuando finalicen.



NOTA: Yo, las únicas represalias que pueden ser académicamente definidas como tal, que he vivido de cerca en el PSOE, son las del propio Pedro Sánchez contra las decisiones de la militancia madrileña.

miércoles, 5 de abril de 2017

Margarita, chocho, afíliate

Llevaba todo el día de ayer trabajando en mis cosas, las que me convierten en "estómago agredecido" fuera de la política, pero no había podido enajenarme del 'Margarita, hijaputa' de Miguel Ángel Heredia Díaz, la falsa polémica y las sonrojantes e impostadas muestras de 'solidaridad' con la presunta ofendida.

Qué mediocre es el oportunismo de quien busca oro donde no hay más que carbón. No se llenan palabras vacías con exabruptos sacados de contexto y dramas artificiales. Todxs sabéis que se trataba de lenguaje coloquial en una reunión a puerta cerrada, a la que nadie parece escandalizar que fuera grabada y difundida en los medios.

De esta polémica nadie se va a beneficiar, y al fin y al cabo, Heredia tenía razón al pedir a la magistrada que se afilie para hablar con conocimiento de causa de los problemas de la militancia socialista, y deje de tocar las narices desde la cómoda y poco comprometida barrera del escaño que Pedro Sánchez le regaló. Pero eso... rinde poco. Si en vez de decir, "Margarita, hijaputa" (un vocativo tan coloquialmente andaluz) hubiese dicho "Margarita, cariño",  "Margarita, guapa", o "Margarita, chocho", el problema sería que usó lenguaje machista, misógino y/o condescendiente (y mire usted, no nos van tan bien las cosas en ese terreno como para querer rentabilizar determinadas cuestiones). El contenido, lo sabéis, era otro. Y no había insulto alguno; mucho menos intencionalidad de insultar.
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OTROSÍ DiGO: Zaida Cantera en un acto en Almería: "A mí me ha puesto aquí la militancia socialista" ¿Quién insulta a quién?

Qué pobre campaña, de todos nosotros, si sigue así.

NOTA FINAL: ¡Cómo se te extraña, maestro Labordeta!

domingo, 2 de abril de 2017

Óscar Puente cogió su Twitter


Ha sido el fin de semana de Óscar Puente. En su estrategia, el Alcalde de Valladolid se está perfilando como el rafaelhernando de la campaña de Pedro Sánchez. El viernes volvió a calificar a la Gestora del PSOE (en Los desayunos de la 1) como un órgano diseñado "con bastante poco disimulo" para “facilitar la llegada de Mario Rajoy a la Moncloa y luego de Susana Díaz a Ferraz”. Establecido una vez más el carácter beligerante que esa premisa exige del 39 Congreso del PSOE en el imaginario del sanchismo, Puente lanzó la advertencia, rayana en la amenaza, de que habrá una importante “fuga” de militantes socialistas si Susana Díaz, -como parece- logra ser la candidata más votada en las primarias del 21 de mayo. El representante de Sánchez amagó con “llevarse el scattergories” si no se restablecía al dos veces fracasado ex líder socialista en la secretaría general.

Sin embargo, el mismo Puente que ayer alimentaba el fantasma de la escisión en la televisión pública, se ha sentido ofendido este sábado porque el Presidente de Castilla – La Mancha ha manifestado que es posible y razonable que no optará la reelección si el vencedor de las primarias fuere Pedro Sánchez. No es un secreto que Emiliano García – Page y otros destacados barones son abiertos impulsores del paso adelante dado por Susana Díaz, y que un triunfo de Pedro Sánchez sería para todos ellos un fracaso personal. Solo que en las filas de Sánchez, empezando por su líder, desconocen el significado de ese concepto.



Solo eso explica que, en una respuesta sin precedentes, el beligerante Óscar Puente, respondiera a Page con un desafortunado e iracundo tweet (es donde mejor se mueve, en la frase corta, la descalificación y el grito de guerra) en el que aseguró que "si gana Sánchez [Page] no será candidato en Castilla – La Mancha." Y que ello es "una razón más" para votar por el dos veces fracasado candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Es inaudito un ataque semejante y tan lleno de deslealtad a un compañero -más si este preside un gobierno autónomo- y a tu propio partido, sobre el que Puente lanza dardos envenenados en exclusivo y peligroso beneficio de su patrocinado.

Lo dejó claro en el primer debate entre candidaturas en El Objetivo de Ana Pastor. La campaña de Pedro Sánchez será a tierra quemada. El sanchismo permanece secuestrado en la defenestración de Ferraz, y solo podrá salir de su encierro mediante un violento y fratricida ajuste de cuentas. Es la gesta a la que los acólitos de Pedro Sánchez parecen haber consagrado el 39 Congreso. Aún a costa de la propia integridad del PSOE como primera fuerza política de la izquierda. Porque solo habrá unidad, escuchándoles, si la militancia dicta sentencia e impone condenas por el desacato del 1 de octubre.

sábado, 1 de abril de 2017

VENEZUELA

Publicado en Iris Press Magazine.


Simón Bolívar, libertador
Se sientan más o menos simpatías por el movimiento chavista, lo cierto es que todos, empezando por la Fundación Carter y la propia ONU, hemos admitido que desde que se aprobó la Constitución Bolivariana, las elecciones en Venezuela han venido siendo limpias. Con convulsas y gruesas campañas, no exentas de violencia y rozando el enfrentamiento civil. Con una derecha en minoría frente el apoyo popular al partido de Hugo Chávez, que ha estado poniendo en permanente duda el sistema y haciendo una oposición poco limpia, y con clara voluntad de dividir a los venezolanos. Pero mientras de las elecciones han venido resultando gobiernos amparados por una mayoría parlamentaria emanada del inapelable un ciudadano, un voto, no pocos hemos defendido, incluso con sus muchos abusos y errores, la legitimidad de los gobiernos chavistas.

Hasta que en marzo de 2017 el Parlamento ha retirado la confianza al Presidente Maduro y hecho uso de su capacidad de bloqueo legislativo. Eso, en una democracia europea, los llamamos moción de censura, y suele ir pareja de la dimisión del Presidente o Primer Ministro de turno y la convocatoria inmediata de elecciones.

Quede claro que me posiciono entre los no tienen tan claro que Leopoldo López haya sido injustamente condenado por la justicia venezolana, o que se trate de un “preso político”, si bien me gustaría que no estuviera en prisión. Aquí en España, es lo que siento por el sindicalista Andrés Bódalo, un año preso ya. 

También que repulso sin ambages los valores que representa la derecha venezolana, tan “pepera” y de nuevo tan fuerte.  Y a quienes promueven los movimientos ciudadanos contra el propio concepto de “república bolivariana”. Que de eso va la cosa. Nicolás Maduro ha sido censurado y humillado por su propio parlamento. Como respuesta ha decretado la muerte de Montesquieu, otra vez,  en una democracia latinoamericana. Los jueces nombrados por el chavismo han secuestrado para el presidente el poder legislativo, y han dotado a Maduro de plenos poderes ejecutivos, incluso para rechazar por la fuerza la indignación ciudadana. Proclamando, de facto, al sucesor de Hugo Chávez como caudillo de Venezuela “por circunstancias excepcionales”. Eso se llama Golpe de Estado.

En democracia somos mejores cuando concitamos mayorías y gestionamos esa confianza con lealtad y diligencia, liderando una Administración justa y equitativa, en una convivencia pacífica propia de un Estado de Derecho. No lo somos si perdemos el respeto a las urnas y no asumimos que ya no disponemos de las mayorías que antaño nos legitimaban. Y no lo somos  si nos creemos tan fuertes como para atrincherarnos e impedir el fin de una época, en vez de trabajar y luchar por volver a ser mayoría. Eso no es democracia.

Chávez molaba. Pero con Maduro, Venezuela pide a gritos una gestora.

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NOTA 1 (actualización): Este sábado, Nicolás Maduro ha dado marcha atrás en su autogolpe, y ha "exortado" al Tribunal Supremo del país a devolver los poderes ejecutivos a la Asamblea Nacional. Los jueces chavistas así lo han hecho y a esta hora se entiende recuperada la "normalidad democrática", aunque continúan las manifestaciones y expresiones de enfado en la oposición popular al presidente venezolano. El golpe ha fracasado. Permanece el enfrentamiento.

NOTA 2: Lo más lamentable del estúpido paso dado por Nicolás Maduro, es que a ver quién calla ahora la boca a toda esa derecha reaccionaria y manipuladora. Porque aún habrá quien sea tan torpe (ya lo ha habido, de hecho) de intentar justificar y entender el camino emprendido por el presidente venezolano

NOTA 3: Maduro se ha convertido en un grano en el culo de Podemos como el querido Fidel Castro lo fue en vida para la socialdemocracia europea. A ver cómo salen los de Pablo Iglesias de esta.