lunes, 31 de julio de 2017

24 horas de solemnidad

Editorial publicado en El Obrero
"El PSOE define sus estrategias como líder de la oposición". Fue la respuesta a la única pregunta que admitió Pedro Sánchez en su solemne comparecencia ante las cámaras para exigir la inmediata dimisión de Mariano Rajoy.
Sánchez apostó a lo grande. Quiso marcar el ritmo y administrar los plazos, pero se topó con la indiferencia de los grupos parlamentarios. Sobre todo, con la del astuto Pablo Iglesias, hábilmente embarcado en una contienda por el liderazgo de la Oposición. El líder de Podemos minimizó en cuestión de horas el órdago del secretario general de los socialistas, y limitó las exigencias de sus 71 escaños a una comparecencia urgente de Rajoy en la Carrera de San Jerónimo. Iglesias sabe que sin sus escaños la petición de Sánchez apenas superaría el umbral de un discreto titular de portada y unos modestos visionados en YouTube. Así parecieron haberlo visto, tarde, los dirigentes del PSOE, que en solo 24 horas hicieron desaparecer toda solemnidad en la exigencia de dimisión. Sánchez moderó la beligerancia del día anterior, y al final aceptó sumarse a la propuesta de Podemos. Cogidos de la mano, la formación morada y el grupo parlamentario socialista registraron una única iniciativa. La comparecencia de Rajoy en un Pleno Extraordinario de la Cámara Baja propuesta por Pablo Iglesias. El texto registrado no contiene mención alguna a la dimisión de Rajoy.
El secretario general del PSOE, que no podrá medirse en la Tribuna del Congreso con el Presidente del Gobierno antes de las próximas elecciones generales, cedió a la exigencia del jefe de Podemos, que logró aparecer como quien realmente “define las estrategias”. Pablo Iglesias se procuró así otro minuto de oro -el anterior fue la moción de censura en la que el PSOE se abstuvo- en la batalla contra el Presidente del Gobierno y los charranes del PP.

Sánchez y su equipo deben reflexionar sobre los impulsivos y confusos mensajes que Ferraz está lanzando a la ciudadanía desde el pasado 21 de mayo. Las permanentes contradicciones en algunas cuestiones que los votantes observan con sumo interés, (desafío soberanista, corrupción, grandes reformas, tratados internacionales…), hacen dudar de si es realmente el PSOE quien lidera la oposición al Partido Popular.

viernes, 28 de julio de 2017

Eduardo Madina

Editorial de mi amiga y compañera de batallas Martu Garrote, publicado hoy en el El Obrero y que quiero compartir con vosotros.

Eduardo Madina es un político de raza y un referente incuestionable para todo el Partido Socialista. Sus firmes convicciones desde sus tiempos en las Juventudes Socialistas de Euskadi estuvieron a punto de costarle la vida, pues ETA había sentenciado a muerte al lúcido e incómodo joven vasco. La violencia, si acaso, le reafirmó en sus principios, y es, hasta hoy mismo, uno de los políticos mejor valorados de este país.

Un aprecio que solo unos minutos después de conocerse este viernes la noticia de su renuncia al escaño y su retirada de la política, ha desatado una corriente afecto en las redes sociales, que han elevado Eduardo Madina a primer trendig topic, aunque igual de rápida ha sido la aparición de las conocidas hordas de haters de 140 caracteres que campan a sus anchas por la cosa 2.0.
"Deseo la mayor de las suertes tanto a Pedro Sánchez como al PSOE, un partido fundamental en el desarrollo de nuestro país que siempre me tendrá a su disposición", ha sido la elegante despedida de un joven y, a la vez, veterano socialista que volverá a su vida profesional llevando siempre los valores y principios del PSOE por bandera.
Del mismo modo que Madina ha destacado que trabajar al lado de sus compañeros del grupo socialista le ha dejado "suficientes muestras de calidad humana, talento y capacidad" como para saber que ha sido un "enorme privilegio" formar parte de un grupo "absolutamente excepcional", no es de bien nacidos cuestionar que contar con Edu Madina todos estos años, también ha sido un privilegio para los ciudadanos, y muy especialmente para los militantes y votante socialistas.
Sin entrar en los motivos que hayan llevado a Madina a tomar su decisión, la Política en mayúsculas pierde uno de su mejores activos en un momento que perfiles como el suyo son tan necesarios, y así queremos expresarlo desde El Obrero.

García-Page (también) sitúa al PSOE como primera fuerza política

Editorial publicado en El Obrero


Continúa el proceso congresual de los socialistas que comenzó con las primarias que el 21 de mayo devolvieron a Pedro Sánchez la Secretaría General, y que finalizará en las agrupaciones locales y provinciales. En este contexto, rara es la semana que no aparece un nuevo sondeo demoscópico sobre la situación política y la valoración de partidos y líderes en las autonomías y provincias en las que aún no han tenido lugar los cónclaves del PSOE.
Las encuestas parecen favorecer a los líderes socialistas que gobiernan en sus comunidades o ciudades, que a día de hoy serían primera fuerza y mantendrían sus gobiernos y ayuntamientos.
En el editorial Susana lidera AndalucíaEl Obrero se hacía eco del estudio de Celeste-Tel para La Opinión de Málaga, que sitúa a la presidenta andaluza a más de 10 puntos del Partido Popular de Juanma Moreno, y a 20 del Podemos anticapi de Teresa Rodríguez. El PSOE-A, cuyo congreso se celebra el próximo fin de semana, es hoy el único partido con apoyo ciudadano para gobernar la Junta de Andalucía.
Solo unos días antes el gratuito Viva Sevilla rebelaba un escenario similar para el Alcalde socialista. Según el sondeo de SW Demoscopia, Juan Espadas volvería a ganar hoy las elecciones en la capital andaluza, y aunque, como Susana Díaz, tampoco lograría la mayoría absoluta, cualquier pacto de Gobierno solo podría ser liderado por el PSOE, ya sea con Ciudadanos o con Podemos, frente a un PP que cada día pierde más votantes.
Este jueves se han conocido las estimaciones de Nova Consulting para Castilla La Mancha, difundidas por la Cadena Ser. Emiliano García-Page es el único político que recibe el aprobado de los castellanos manchegos. Tanto María Dolores de Cospedal, como el diputado de Podemos García Molina, se quedan por debajo del 5.
El sondeo de Nova Consulting se realizó a finales de mayo. Días después de que Pedro Sánchez ganara las primarias federales del PSOE, y cuando Emiliano García-Page se enfrentaba a una posible disolución de las cortes manchegas por la actitud obstruccionista de la formación morada sobre los presupuestos regionales.
En ese escenario de difícil equilibrio, los socialistas de Page ganan 1,8 puntos respecto a las elecciones de 2015. El PP de Cospedal perdería 3,2 puntos. Podemos 7 décimas, bajando al 9 por ciento de los votos, y quedando por debajo de Ciudadanos, que obtendría el 12,5 por ciento del recuento, casi cuatro puntos más que en las anteriores elecciones.
Solo unas semanas después, García Page ha logrado reconducir con éxito la inestabilidad de su ejecutivo, ofreciendo una remodelación de este que dé cabida a Podemos para que los morados puedan participar en la ejecución de unas cuentas que, solo unas semanas antes, ponían en duda. Las propias bases de Podemos han avalado mayoritariamente la propuesta del presidente socialista.
Es la gestión que perciben los ciudadanos lo que afianza a los socialistas en los gobiernos. Sevilla, Andalucía y Castilla La Mancha son ejemplos que nos ofrecen los últimos sondeos y -salvo excepciones en territorios de enconado enfrentamiento de las bases, como Asturias- estudios similares recogen un panorama igual de favorecedor para los territorios en los que los socialistas llevan las riendas de la gobernabilidad.
Lo más sensato, desde la óptica editorial de El Obrero, es que los congresos territoriales de los socialistas que aún están por celebrarse, sepan compartir esa percepción ciudadana, y que no se cuestione a los votantes que hoy apoyan a los presidentes y alcaldes del PSOE.

jueves, 27 de julio de 2017

Balas de salva

Editorial publicado en El Obrero

El tratamiento informativo recibido por la declaración del presidente del Gobierno en la Audiencia Nacional había logrado generar tanta expectación en el plano político, como decepción -incluso frustración- ha acabado obteniendo.
Mariano Rajoy salió ayer de la Audiencia Nacional exactamente igual que entró. Para quienes ya no albergan ninguna duda de que, por activa o por pasiva, la gran muralla de protección de la corrupción en este país reside en Génova 13, el Rajoy que salió de la Audiencia, tras declarar por la trama Gürtel, era exactamente el mismo que entró en coche dos horas antes.
Rajoy entró y ha salido como simple testigo circunstancial de hechos, posiblemente cometidos por otros compañeros de partido, en tiempo y lugar compartidos. Quienes creían que la "pena de telediario" haría alguna mella en el hoy presidente del Partido Popular y del Gobierno, tendrán que esperar una mejor oportunidad.
Si atendemos a cómo se ha venido desarrollando el relato de la trama Gürtel, y las respuestas de medios y partidos de la oposición -hasta de Ciudadanos-, el imaginario informativo parecía haber anunciado el juicio de Kafka, que Rajoy parecía no saber por qué estaba allí. Al punto de interrumpir algunas vacaciones al grito de "¡más periodismo!". Pero el presidente del Gobierno no iba en calidad de acusado, ni siquiera de imputado o investigado. Preguntas realmente incómodas se solventaban en cuestión de segundos.
- ¿Cobraban ustedes en negro?
- Pues mire usted, no.
- ¿Es usted la equis de la trama Gürtel?
- Pues mire usted, tampoco.
- ¿Sabe usted algo?
- No me consta. Y, además, no me acuerdo.
Fin de la cita.
El daño infligido al Partido Popular y al propio presidente por esas dos cuestiones, lo lleva supurando Mariano Rajoy desde antes de las elecciones de diciembre de 2015. Acudir a responder como testigo preguntas por esas cuestiones, en un foro en el que se acusa a otras personas por los hechos juzgados, está por probar que realmente hayan agravado la herida.
Rajoy formaba parte del mismo equipo que, presuntamente, albergaba el epicentro de la corrupción política organizada. No es que Rajoy haya salido airoso de la poco edificante declaración ante el juez. Es que no ha salido más dañado de lo que ya venía, y en las actuales y asfixiantes circunstancias del PP, es más un triunfo que un demérito.
Rajoy no acudió a la Audiencia como acusado. Y no salió, como algunos medios y tertulias -no pocos- habían especulado, como investigado. Tras "colaborar con la Justicia" en el día y hora que su agenda había señalado, se fue a un acto de partido en el que fue el gran protagonista de Génova 13 por el importantísimo y esperado Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Bárcenas, la Gürtel y algunos ministros, le han hecho pasar al presidente días mucho peores en la Carrera de San Jerónimo que el de ayer en San Fernando de Henares.
Al Congreso, hábil y 'sorpassivamente,- ha pedido devolverlo de forma inmediata el astuto líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien parecía haber pactado con su nuevo aliado el uso de armamento pesado, pero entendió inútil gastar -sin rédito de víctimas ni rehenes- munición de alto calibre. Porque nadie duda que esta será necesaria más pronto que tarde. Iglesias optó por un prudente perfil bajo y reclamó una nueva comparecencia de Rajoy en el Congreso, a fin de, al menos, no desperdiciar el evidente impacto informativo.
Otras respuestas han exagerado lo sucedido este miércoles en la Audiencia Nacional, y han dado por hecho acontecimientos que -aún- no se han producido. El Mariano Rajoy que ayer salía en directo en televisión mientras Pedro Sánchez pedía solemnemente su dimisión con hashtag incluido (#OposicióndeEstado), no difería un ápice del que el 15 de mayo pudo leerle que "la primera medida que tomaré como Secretario General será pedir la dimisión de Mariano Rajoy". Dos meses, una semana y cuatro días ha tardado Sánchez en cumplir su celebrado tweet. Dadas las circunstancias, ya podía haber seguido reservando esa artillería hasta un momento más fructuoso.

martes, 25 de julio de 2017

Escraches vendo… que para mí no quiero

Editorial publicado en El Obrero.

El escrache sufrido por Pablo Iglesias, Irene Montero y otros miembros de Podemos mientras disfrutaban de su tiempo libre en un restaurante madrileño no ha gustado a los dirigentes de la formación morada.

Aunque Iglesias y los suyos han tratado de desviar su malestar a que desde el Partido Popular de Madrid se haya dado difusión el vídeo que recoge la bronca que un grupo de ciudadanos venezolanos infligió a los líderes de Podemos por su tibia actitud ante los sucesos que están teniendo lugar en su país, cabe recordar que el propio Pablo Iglesias fue quien definió en su momento los escraches como el “jarabe democrático de los de abajo”. Y que las acciones de protesta ciudadana solo tienen cobran valor si estas son conocidas por la opinión pública. Defender, pues, el escrache como legítima expresión de malestar de la ciudadanía y luego condenar que sea difundido, es una incoherencia.

Desde El Obrero defendemos la legítima protesta y reproche a los representantes políticos, pero condenamos la intromisión en la vida privada de los mismos, y que se violente la intimidad de sus familias y amigos, que no merecen ser objeto de situaciones como la vivida por Iglesias y sus acompañantes. Como tampoco lo merecieron dirigentes socialistas como Bibiana Aído o Leire Pajín, o populares, como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.


Dice el saber popular que quien siembra vientos recoge tempestades. El escrache que tanto ha molestado a los dirigentes de Podemos, y que hipócritamente ha difundido a todo bombo el Partido Popular, debería ayudar a unos y otros a reflexionar si no es momento ya de intentar entre todos sosegar el debate político, rebajar el nivel de enfrentamiento y  recuperar el valor de la actividad parlamentaria como forma de mejorar la vida de la gente.

lunes, 24 de julio de 2017

Sánchez en el 13 Congreso del PSOE-A

Que Pedro Sánchez asista e intervenga en la clausura del 13 Congreso del PSOE de Andalucía, la federación más importante del partido, es de oficio. Una presencia obligada que, sorpresivamente, se ha convertido en titular de portada no exento de un pretendido morbo informativo. La verdadera noticia sería que el Secretario General del PSOE no acudiera al congreso de Sevilla, como, lamentablemente,  lo fue que no lo hiciera al de los jóvenes socialistas, para el que decidió que el PSOE estuviera representado por Carmen Calvo, una emisaria de evidente “segundo nivel”. Una decisión, en mi opinión, harto grosera -políticamente hablando, me refiero-, ya que, siendo tradición que la máxima autoridad socialista clausure los cónclaves de las JSE, la ausencia de Sánchez sólo podía compensarse con la presencia de los números dos o tres del partido, Adriana Lastra o José Luis Ábalos, y no uno de los incontables secretarios de área de la nueva e inconmensurable Comisión Ejecutiva Federal.
La gestión de Susana Díaz ha obtenido un impresionante 91 % de aprobación de la militancia socialista andaluza en los 'congresillos', que han mandatado a ocho incontestables delegaciones provinciales revalidar el liderazgo de la izquierda andaluza en la presidenta de la Junta. La notoria cohesión de las bases del PSOE andaluz en torno a su secretaria general no puede tener otra sanción que la presencia de Sánchez el próximo domingo en Sevilla, que bien sabe lo que significa e implica "la voz de la militancia".
El tratamiento informativo dado a la noticia ha vuelto a alimentar el estéril debate sobre las simpatías personales que unen o separan a Pedro Sánchez y Susana Díaz (o Pedro Sánchez y Ximo Puig)… y a sus acólitos. No hay más que echar un ligero vistazo a Twitter o Facebook para comprobar que hay heridas que permanecen abiertas. Pero lo cierto es que la presencia de Sánchez en los congresos regionales debe ser -y es- el lógico espaldarazo de la dirección federal del PSOE a la decisión de las bases socialistas. En todas y cada una de las federaciones. En el contexto federal del PSOE como organización, el análisis y la respuesta a la situación política de cada territorio, debe ser propuesta y decidida por las federaciones socialistas. A nivel federal, el partido debe tener un proyecto que una y lidere todas esas realidades para ser, cuanto antes, la alternativa al Gobierno de Mariano Rajoy y el corrompido Partido Popular.

Es lo que Antonio Yélamo pedía este domingo en su artículo Sánchez nos sacará de dudas. El maestro de periodistas recomendaba al secretario general del PSOE que inspire su intervención en el cónclave socialista andaluz en la exposición 40 años de autonomía y socialismo andaluz que acompañará el 13 Congreso del PSOE-A: “Podrá comprobar en ella las razones que llevan a la mayoría de los andaluces a considerar al PSOE como el partido que mejor defiende sus intereses”, decía Yélamo en El Correo de Andalucía. Es lo que confirma el amplio sondeo de Celeste-Tel para La Opinión de Málaga recogido el sábado por El Obrero. Si hoy se celebraran elecciones en Andalucía, el PSOE-A liderado por Susana Díaz seguiría siendo el único partido en condiciones de gobernar, a más de diez puntos del Partido Popular, y veinte de Podemos. La indiscutible hegemonía del socialismo andaluz como partido de gobierno es un valor para todo el PSOE. La presencia e intervención de Pedro Sánchez en el 13 Congreso debe ser una incuestionable constatación de esta realidad. Noblesse oblige.

lunes, 17 de julio de 2017

Brindis al sol de Sánchez e Iceta

Publicado en Iris Press Magazine.




Las reformas legislativas que Pedro Sánchez y Miquel Iceta han puesto sobre la exigente mesa de los partidos catalanes que amenazan el actual marco constitucional, requieren una modificación de la Carta Magna imposible de abordar en esta XII Legislatura, en la que -conviene recordar, una vez más- el Partido Popular cuenta con una sólida mayoría absoluta en el Senado, cámara imprescindible para cualquier reforma.


Incluso si con sus promesas, el secretario general del PSOE lograra el apoyo que no atrevió a proponer a la militancia socialista el verano pasado y sacará adelante una Moción de Censura que le sentara en La Moncloa, mantenerse exigiría pronunciamientos de futuro que afectan a la propia razón de ser del PSOE. Para poder cumplirlas, Pedro Sánchez debería disolver Las Cortes y, superado el debate interno, lograr de los españoles una mayoría de Gobierno para un PSOE cuyo programa electoral incluiría  satisfacer los deseos nacionales de aquellos que no forman, ni han formado nunca, su sustento electoral. Una mayoría que en el relato político del renacido Sánchez se entiende necesariamente compartida con Podemos y los soberanistas, pues del discurso emanado del 39 Congreso, la actual dirección socialista parece haber dado por perdida la capacidad del PSOE para obtener del voto de los españoles la confianza para formar Gobierno en solitario.

La ambición de ocupar La Moncloa supera a la de dotar al país de una estructura legislativa que rescate, blinde y aumente derechos y libertades. La iniciativa de Sánchez e Iceta condiciona el secular objetivo del PSOE a que las ambiciones de sólo una parte de la sociedad catalana se conviertan en realidad. Romper con décadas de compromiso y solidaridad entre Comunidades Autónomas y cohesión interterritorial, y con la rioridad de los socialistas de buscar el bienestar de los españoles. De todos los españoles, residan en donde residan.



Avanzar hacia la "plurinacionalidad" del Estado como propuesta en 140 caracteres bordados en la era de la posverdad, está bien para crear un personaje y ganar primarias, pero, en tanto se establezca el 'decreto tweet', modificar la Constitución sigue siendo algo que implica a mucha más gente que a la que necesitas agradar para ser investido Presidente. 



Aún en el muy peregrino caso de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias -que ya presume sin disimulo alguno de podemizar el PSOE- lograran hacer del espacio que creen disputarse una mayoría más fuerte de la que, al otro lado, conformen PP (con sus propias confluencias UPN y Foro Asturias), Ciudadanos y Coalición Canaria, modificar la Constitución seguirá requiriendo una mayoría cualificada de tres quintos del Congreso de los Diputados (210 votos a favor). Es decir, el resultado electoral que hiciera posible que el PSOE cumpliera sus compromisos con los secesionistas catalanes tendría que relegar a la derecha a compartir 140 o menos escaños en la Cámara Baja (recordemos que el PP tiene hoy, en horas bajas, 137 diputados). Cualquier decisión de los españoles que no diera ese reparto en el poder legislativo haría imposible cumplir con los sueños más básicos de los independentistas catalanes que alteren el articulado de la Constitución.



No es necesaria una ducha de realidad para poder concluir que los españoles no estarán por aupar a La Moncloa a quien someta sus necesidades y ambiciones a un permanente y chantajista quid pro quo, en el que los derechos, libertades y prestaciones públicas de más de 40 millones de ciudadanos dependan de cesiones a los -aún- escasos 3 millones que dicen soñar sólo en catalán. 



Es posible que algún día la realidad del ímpetu secesionista suponga una mayoría que nos obligue a todos a reflexionar. Lo cierto es que ese día no ha llegado y el PSOE no debe ser, por tanto, el abanderado de la pulsión soberanista.

martes, 11 de julio de 2017

Veinte años del Espíritu de Ermua

Editorial publicado en El Obrero

La muerte de Miguel Ángel Blanco hace veinte años fue la última demostración de que no cabían más equidistancias ante la barbarie terrorista. Todos los españoles mayores de treinta años recordamos las 48 desgarradoras horas que la banda asesina ETA nos obligó a vivir antes de acabar con la vida del joven concejal de Ermua. Los terroristas llevaban ya más de tres décadas robando la vida a sus inocentes víctimas, pero tuvo que suceder el horror de aquella muerte anunciada para que, por fin, la unidad de todos los españoles frente a la violencia quebrara el entorno etarra y la propia integridad de la banda. Las enormes, casi unánimes, movilizaciones ciudadanas para defender la vida del joven Miguel Ángel, primero, y para condenar su muerte, solo unas horas después, supusieron un antes y un después en la lucha contra ETA, y, posiblemente, aquel funesto fin de semana la organización asesina firmó el fin de una historia que se definió liberadora en su origen y solo dejó dolor y muerte.

Aquel punto de inflexión se conoció como el Espíritu de Ermua, y vigente veinte años después, sigue siendo el gran legado político de aquel joven que tuvo el valor de ser concejal de un partido nacional en años de plomo. Los homenajes que se le dispensan estos días en toda España están por ello más que justificados. Para su desgracia y la de su familia, en Miguel Ángel Blanco se concentra todo el sufrimiento causado por la violencia etarra a todas las víctimas, y hay algo mezquino en no reconocer este extremo con la excusa de no querer personalizar el consenso frente al terror en una sola.

Mezquindad que no está reñida con la permanente utilización abusiva de las víctimas perpetrada, desde los años noventa, por el Partido Popular. Aún causa vergüenza recordar el uso torticero y partidista que los populares hicieron del homenaje que se le rindió entonces a Blanco en la Plaza de Toros de Madrid. Y mejor no recordar la gestión de Aznar en sus últimos días antes de las elecciones del año 2004. El PP sigue sin reconocer que muchas veces fue más un obstáculo que un aliado en la lucha antiterrorista, y bien lo saben el ex Lehendakari Patxi López y el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que sufrieron una enorme soledad cuando desde sus respectivos gobiernos socialistas se incrementaba la lucha contra ETA, se acorralaba a la banda, y se propiciaba el añorado fin de la violencia.

España vive hoy sin el miedo a ETA, y todos y cada uno de los españoles somos partícipes de aquella derrota. Es necesario reconocer los hitos que la hicieron posible. A Miguel Ángel le seguiremos llorando siempre. El Espíritu de Ermua y la unidad inequívoca frente a la violencia terrorista, es, como apuntábamos antes, el gran legado político del joven concejal vasco. Eso siempre habrá que celebrarlo, como entonces, desde la unidad de todas las fuerzas políticas. Porque esa unidad es el mejor homenaje a todas las víctimas del terrorismo.

lunes, 3 de julio de 2017

Irresponsable ‘insumisión’ de Puigdemont

Editorial publicado en El Obrero

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Govern presidido por Carles Puigdemont? El Molt Honorable President de la Generalitat se ha declarado reiteradamente, la última vez este mismo lunes, como insumiso a la legislación vigente, y afirmado que no reconocerá decisiones del Tribunal Constitucional que exijan, como es su cometido, que el marco legal de todos los territorios del Estado Español  cumpla con lo dispuesto en la Carta Magna. Puigdemont ha llegado a asegurar que, en el caso de que fuera inhabilitado, ignoraría la sentencia y acudiría al día siguiente a su despacho oficial para seguir dirigiendo el Govern.

Lo cierto es que el calendario avanza inexorable hacia el 1 de octubre, fecha prevista para un referéndum a todas luces ilegal, que los socios del ejecutivo catalán, como también este lunes ha recordado Oriol Junqueras, describen como “vinculante” y la puerta a la proclamación de la República Catalana. A este respecto es importante recordar que la consulta del 9N acabó provocando la convocatoria de nuevas elecciones, a la que se quiso vestir de carácter constituyente, pero que se saldó, si esa era la intención, con un sonoro fracaso, pues los partidos independentistas, a pesar de lograr la mayoría de escaños en el Parlament, no lograron que los votos avalaran realmente sus postulados.

En este contexto, insistir en dividir a la sociedad solo puede responder a la irresponsabilidad. La propia Constitución Española establece mecanismos para, incluso, darle la vuelta en su totalidad a cada uno de sus artículos. Es cierto que no parece fácil, en su articulado, conseguirlo. Pero ello es así porque exige mayorías lo suficientemente cualificadas para que los cambios introducidos respondan con claridad a un deseo común de la ciudadanía.

Avanzar hacia el Estado Federal, como ha venido defendiendo el Partido Socialista a lo largo de su historia, reconociendo a través de  las singularidades históricas y culturales un marco de gestión y legislativo a los territorios que conforman el Estado Español, comienza a ser una necesidad. Pero el contexto de enfrentamiento, en el que tan cómodos parecen sentirse tanto el Gobierno del Partido Popular como el presidido por Puigdemont, solo abunda en la división de la ciudadanía. Por más que así se pretenda transmitir, no se ha logrado, al menos aún, siquiera en Cataluña, trasladar al imaginario común un marco que supere la unidad del Estado Español que defiende la Constitución, basado en los necesarios principios de Igualdad jurídica para todos los españoles en cada uno de sus territorios y la solidaridad interterritorial a través de un sistema fiscal que la garantice.

Avocar a la ciudadanía catalana a un pròcess que nace fallido por definición, alimentará la frustración de quienes piden, sin poner en duda la legitimidad de hacerlo, más pasos en el reconocimiento de una identidad que no tiene por qué estar reñida con la idea un Estado Español diverso y solidario. También el temor de quienes ven que el forzado choque de trenes crea un falso retrato de un Estado roto o que no reconoce derechos elementales.


La huída hacia delante de Puigdemont y sus socios lleva camino de acabar, de nuevo, en sentencias judiciales. No es el camino.

domingo, 2 de julio de 2017

COMUNICADO DE LA REPRESENTACIÓN LEGAL DE NICOLÁS FERRANDO

Reproduzco, por su interés -y porque se hace referencia a la querella interpuesta contra mí y mi trabajo informativo-, el comunicado emitido en el día de hoy por el abogado de Nico Ferrando, al respecto del publicado por OKdiario sobre el caso del joven agente de seguros que denunció haber sufrido acoso laboral de carácter homofóbico en el seno del gigante de los seguros.


Con respecto al Comunicado emitido por Santalucía Seguros en relación al despido de mi representado y que recoge OKdiario el día 29 de julio de 2017, es necesario aclarar ciertos conceptos ante las continuas contradicciones legales en las que se ve inmersa esta compañía de seguros:


En todo momento procesal, Santalucía Seguros negó que mi representado fuera empleado de la compañía alegando que su contratación estuvo a cargo de CTAS SA Basta ver la página web de la compañía de seguros en las que incluye a CTAS SA como una de las empresas de su grupo para desmontar este argumento. No obstante, en el comunicado emitido por Santalucía Seguros, da el tratamiento de ex empleado a D. Nicolás Ferrando, por lo que otorga veracidad a lo que venimos denunciando hace mucho tiempo de que CTAS SA y otras empresas forman parte de un entramado societario que tienen como única finalidad proteger la marca comercial de Santalucía Seguros. Este tipo de entramados es único en el sector asegurador que hace que quién venda el seguro, cobre los recibos, atienda el teléfono o haga las reparaciones derivadas de cualquier siniestro no trabaje para esta compañía de seguros. La Inspección de Trabajo y la Dirección General de seguros deberían tomar cartas en este asunto.   


Mi representado, tal y como lo cuenta en el libro “Homofobia Seguros, Un Mundo sin Protección”, pidió ayuda a destacados superiores de la compañía y, ante la pasividad de los mismos, que calificaron el hecho de que se le llame “maricón de mierda” o “vedette de la empresa” como  “cosas que pasan en un ámbito comercial”, remitió un burofax, antes de ser despedido, denunciando no solo homofobia y el acoso laboral del que estaba siendo objeto, sino otras irregularidades cometidas por su superior inmediato. Es evidente que los protocolos que menciona el comunicado publicado por OKdiario no funcionaron, si es verdad que, realmente, existían.    


La Querella a la que hace referencia el comunicado emitido por Santalucía Seguros tuvo el resultado de sobreseimiento provisional de mi cliente. No obstante, Santalucía Seguros ha utilizado la administración de Justicia de manera torticera presentando tres querellas defensivas con el único objeto de retrasar el juicio laboral puesto que, por normativa europea, la jurisdicción penal tiene preeminencia sobre la jurisdicción social, algo que está recogido en el artículo 86.2 de la ley 36/2011.

Se ha interpuesto Querella por parte de Santalucía Seguros contra un periodista que se ha hecho eco del caso de mi cliente, intentando “matar al mensajero”, si se me permite esta expresión coloquial. Todo esto para minusvalorar su testimonio en sede judicial puesto que tiene, por sus investigaciones, acreditados muchos extremos que se incluyen en la Demanda.

D. Nicolás Ferrando ha sido víctima de acoso laboral y de un delito de odio de tintes homofóbicos y ha tenido el valor y la entereza de denunciarlo, pese a las dificultades con la que se ha encontrado, que no han sido pocas. Es un ejemplo para muchos que sufren delitos de odio similares para que den un paso al frente y se animen a denunciar. Entre todos podemos hacer una sociedad más justa donde no quepa ningún tipo de discriminación.


JOSÉ LUIS SOLDEVILLA LAMIQUIZ
Abogado de Nico Ferrando