Publicado en Iris Press Magazine.
Siguen los sondeos. Leve
el respiro de Ferraz tras el CIS
de enero que mantiene al PSOE como primer partido de la Oposición, y las
malvadas proyecciones de Metroscopia para
El País y GAD3 para
ABC.
Las encuestas, en lo
básico, coinciden hoy en una misma realidad. La bautizada por Pedro Sánchez
como “derecha bicéfala” -una muestra más del candoroso ingenio opositor de la
dirección federal socialista- goza de una salud de hierro, y los votantes de
derechas podrán decidir tranquilos entre PP y Ciudadanos en las próximas
elecciones con dos certezas. Una, la bicefalia navega cómoda
por plácidas aguas de mayoría absoluta. Dos, si PP y Ciudadanos -tanto monta,
monta tanto- deciden vivir enfrentados y ajenos a cualquier acuerdo, no hay una
alternativa a la izquierda que sume para excluir a uno u otro de los pactos
poselectorales. Dicho de otra forma, toda la demoscopia anuncia que la
gobernabilidad de la próxima Legislatura estará, de nuevo, en manos de la
derecha parlamentaria. No parece que haya motivo de preocupación para el
votante de derechas y conservador.
Sondeo Metroscopia para El País |
Sondeo GAD 3 para ABC |
Es el peor escenario
para el nuevo PSOE. Si se cumplen los augurios, y ya que, con estos números Podemos
no estará en condiciones de participar en este juego, Pedro Sánchez deberá decidir
entre “liderar el país desde la Oposición”, mientras los dos partidos
de derechas -con sus más y sus menos- bordan a su antojo las políticas
económicas, laborales y asistenciales. Y con ellas, el futuro de todos y cada
uno de los españoles. O bien, ser parte determinante desde la también sólida mayoría
absoluta que -con los datos que proyectan todos los sondeos
actuales- los diputados del PSOE podrían conformar con cualquiera de
los pares de la derecha bicéfala. Verse inexorablemente impelido a
abrir las puertas al modelo de la temida grosse koalition en
la que vive secuestrado, como segundo de a bordo, el SPD alemán.
Lo dicho, el peor
escenario para el nuevo PSOE de Pedro Sánchez. También
para Podemos y el resto de partidos de la Cámara Baja. Mientras la máxima
aspiración de la izquierda y la verdadera izquierda sea
repartirse a cara de perro menos de medio pastel, la bicefalia no sienta nada
mal a la derecha.