lunes, 6 de junio de 2011

Un enorme compromiso para una difícil legislatura

Comienza hoy una legislatura difícil en los ayuntamientos y la mayoría de las comunidades autonómicas españolas. La notable mayoría absoluta obtenida por el Partido Popular -a pesar de haber perdido apoyo en número de votos-, así como los primeros mensajes que han ido emanando desde la calle Génova estos días, pueden hacernos esperar lo peor a los ciudadanos que hemos quedado bajo el manto azul que cubre desde el día 22 el territorio nacional. El programa oculto de Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Francisco Camps y sus huestes, tan celosamente guardado durante la campaña electoral, no se ha hecho esperar, y no ha hecho falta que se constituyeran las cámaras legislativas autonómicas, los ayuntamientos y las diputaciones para que la derecha más reaccionaria ponga sus cartas sobre la mesa. Por supuesto, con mentiras y manipulaciones, como crear el espejismo de la bancarrota en Castilla La Mancha, para poder justificar así las medidas que definen el neoliberalismo más canalla, o los juegos de palabras del siempre críptico Mariano Rajoy cuando dice que “España tendrá el Estado del Bienestar que pueda tener”, que no es otra cosa que decir que los españoles tendrán los servicios sociales que individualmente se puedan pagar.

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En Madrid el panorama no puede presentarse peor. Tras una ruin campaña electoral, en la que poco se ha hablado de la Comunidad y mucho del Gobierno de España, Esperanza Aguirre se prepara para acometer el mayor recorte de derechos de ciudadanía que su mayoría absoluta le va a permitir; empezando, casi con toda seguridad, por la privatización del agua de todos los madrileños, sobre todo ahora que va poder contar con el concurso de los ayuntamientos que, por estar en manos de la izquierda socialista, antes no tenía. Igual destino puede esperarle a Telemadrid y a otras empresas públicas y centros oficiales. Contará con ello con el silencio cómplice de la nueva derecha con representación parlamentaria que supone el partido de la tránsfuga Rosa Díez. Son los daños colaterales de la desidia electoral de la mayoría de ciudadanos de izquierda que, con mayor o menor razón, decidió quedarse en casa el 22 de mayo.

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[A mayor abundamiento de la que se nos viene encima, todo esto se acometerá con la anuencia de unos medios de comunicación a los que la victoria electoral del PP ha legitimado en su estrategia de la desinformación y la mentira, pues sus licencias no correrán peligro mientras sigan manipulando groseramente la realidad a favor de la lideresa, que para ello, y no para otra cosa, les otorgó el 100 % de los canales que la comunidad puede conceder.]

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Así, la única defensa de los derechos de los ciudadanos queda en manos de una izquierda minoritaria en las cámaras y en los ayuntamientos. Una izquierda que en Madrid estará representada por la oposición que encabezarán a partir de mañana Tomás Gómez y los diputados del grupo parlamentario socialista, ya veremos sin con el apoyo de Izquierda Unida. El programa de gobierno que el PSM ha defendido los últimos años y, sobre todo, durante la campaña electoral, debe ser el argumentario de defensa de los madrileños. Denunciar todo lo que se aleje de la mejora de sus condiciones de vida, la expropiación del patrimonio público, las disminución de los servicios sociales y los derechos de los trabajadores, la merma de espacios públicos de representación y la utilización del dinero público para enriquecer a las empresas privadas que optan a gestionar los servicios públicos, ha de ser la tarjeta de visita de una oposición constructiva, vigilante y, sobre todo, intolerante con el programa de gobierno que, ahora sin subterfugios, Esperanza Aguirre quiere imponer a los madrileños.

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Sabemos que el compromiso de Tomás Gómez y los socialistas de Madrid es con todos los ciudadanos de la comunidad, y no sólo con los que hayan votado al PSOE el 22 de mayo, de la misma forma que sabemos que Esperanza Aguirre no se siente comprometida ni siquiera con los que eligieron la papeleta del Partido Popular en las pasadas elecciones. Sabemos que en las circunstancias actuales, defender los derechos ciudadanos va a ser una tarea llena de dificultad, sobre todo a la hora difundir el trabajo de oposición responsable que, sin duda alguna, la izquierda encabezada por Tomás Gómez va a realizar durante esta legislatura que empieza mañana. Es la única garantía de defensa de nuestros derechos que vamos a tener en esta región. Afortunadamente estará en manos de un grupo socialista que, aunque mermado, cuenta con los mejores, está liderado por el mejor, y contará, sin ninguna duda, con el apoyo de una militancia que, desde el mismo día 22 de mayo, está trabajando por construir la alternativa de progreso que Madrid y los madrileños necesitamos.

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Porque, lamentablemente, los militantes vamos a ser casi el único altavoz de la labor de oposición que hagan nuestros diputados y concejales, y hacerla llegar al resto de nuestros conciudadanos es una tarea que tenemos que asumir y desarrollar con la máxima diligencia y responsabilidad. Para que las políticas de la derecha no pasen desapercibidas como hasta ahora, para que podamos recuperar por los hechos la confianza que hemos perdido, y para que el proyecto socialista vuelva a ser mayoritariamente apoyado en las próximas citas electorales

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