domingo, 21 de marzo de 2021

Transparencia, eufemismo y prevaricato


Una resolución firmada por María Eugenia Limón para contratar de forma ilegal a la esposa del vicepresidente José Manuel Alfaro (como funcionaria interina y con un sueldo mensual de más de 3.000 euros brutos) es descrita en una nota de prensa institucional como “deficiencia administrativa”. Desafortunado eufemismo pergeñado a la desesperada tras saber que el Partido Popular había descubierto recientemente el fraude. Como lo habían hecho, hace ya dos meses, el secretario y el interventor del ente provincial, que forzaron el cese fulminante de la esposa de Alfaro veinte días después de incorporarse a la nómina de la Diputación, lo que acredita la irregularidad de su contratación. La “deficiencia administrativa” consistió en la alteración del orden en la bolsa de empleo público para favorecer a la esposa de Alfaro, relegando a otra persona a la que legítimamente correspondía ocupar el puesto de funcionaria interina.

A un conocido diario de tirada nacional, el escándalo Alfaro le ha servido para recrearse en el tema de las contrataciones a dedo en las instituciones públicas onubenses, otra vez de actualidad a cuenta del poco edificante baile de ceses y nombramientos en la Diputación Provincial, desatado por María Eugenia Limón tras sustituir  en la presidencia -bendecida por Ferraz- al dimitido Ignacio Caraballo. El Mundo ha bautizado a la entrada y salida de cargos socialistas en la institución provincial como “la guerra de los asesores”, que enmarcan en el actual clima de enfrentamiento entre el sector alineado con Caraballo y su cuñado, el diputado autonómico Mario Jiménez (ex susanistas acérrimos devenidos en sanchistas de toda la vida tras la caída en desgracia del ex líder provincial), y el de los leales a la actual dirección del PSOE de Andalucía y a su secretaria general, Susana Díaz.

La resolución que nombró funcionaria interina de forma ilegal a la esposa del ya ex diputado y ex concejal del Ayuntamiento de Moguer, desbordó el secular nepotismo político que el imaginario onubense atribuye a 40 años de mayorías absolutas socialistas en la Diputación de Huelva, y se situó en el terreno del prevaricato, ese delito que cometen en exclusiva los servidores públicos que dictan resoluciones arbitrarias a sabiendas de que son injustas y contrarias a la ley. Procede poner los hechos en conocimiento de la Fiscalía y que se investigue tal eventualidad. No hay ninguna "altura de miras" ni "ejemplaridad" tratando de reducir un comportamiento tan mezquino a simple "discrepancias de carácter técnico" resueltas -empero- con cese fulminantes, dimisiones por "obligación moral" y alegatos de transparencia trasnochada. 

El problema es que la resolución que nombró funcionaria interina de forma ilegal a la esposa del cesado y dimitido José Manuel Alfaro, fue firmada por la mismísima presidenta de la Diputación Provincial de Huelva, María Eugenia Limón. La nota de prensa no lo decía. No hay eufemismos para ciertos detalles. Huelva, siglo XXI. Todo bien.

domingo, 31 de enero de 2021

El coche de Borja

Agustín con hijo Borja, estudiante de 3º de ESO

Piden ayuda para unos vecinos sin empleo de Aracena a los que un accidente de tráfico ha dejado sin un vehículo imprescindible para los desplazamientos de su hijo de 18 años, síndrome de Down y estudiante de 3º de ESO.

"Quienes queramos unirnos para volver poner en marcha el coche de Borja, podemos ingresar nuestra aportación en la cuenta ES93 2100 7237 1101 0005 6346". 
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por Perico Echevarría


Agustín e Isabel están pasando lo que todos conocemos por una mala racha. Demasiado larga. Pasados los 45, son padre y madre de tres hijos. El padre y el hijo mayor, de 24 años, buscan trabajo. Isabel se dedica de forma permanente a la familia, sobre todo por Borja, el segundo hijo, de 18 años y síndrome de Down, que requiere ayuda para su movilidad, y que acude junto a su hermana María, de 15 años, al IES San Blas de Aracena, donde ambos cursan 3º de ESO... y "está en la otra punta del pueblo". 

Agustín e Isabel son un matrimonio de clase obrera, personas humildes, "a los que la vida ha sonreído en pocas ocasiones". Empezaron a trabajar desde muy jóvenes. Han trabajado en el campo, en la hostelería, en la obra... Allí donde hubiera faena remunerada que hacer, por dura que esta fuera. Pocas veces han disfrutado de aquello que se llamó "estabilidad laboral y económica". Si acaso, en aquellos años locos de la construcción, pero ya se sabe cómo acabaron. Para todos.

Así quedó "el coche de Borja
Así quedó "el coche de Borja

En el otoño de 2019, el hijo mayor lideró la apertura de un negocio familiar de hostelería con el capital reunido entre todos con mucho esfuerzo y sacrificio. Un fogonazo de esperanza abruptamente cegado, como tantos, por la pandemia de Covid, el estado de alarma y el fatal confinamiento. Hace unos meses tuvieron que darse por rendidos. Demasiados gastos y pocos ingresos ante tanta inestabilidad e incertidumbre. Otra vez "la crisis". Paro, pocas y escasas ayudas, precariedad laboral... 

Otra vez la vida de siempre. El otro día, Borja tenía que haber sido intervenido en un centro hospitalario de Huelva. Pero el coche que conducía su padre sufrió un fatal accidente -sin daños personales, menos mal- y quedó inutilizado. Un viejo Audi superviviente del siglo XX, que Agustín había comprado hace apena dos semanas, a fuer de ahorrar donde no hay, para mejorar sus expectativas laborales y, sobre todo, para hacer más fácil al joven Borja sus idas y venidas al instituto para continuar sus estudios. Y también para sus frecuentes citas médicas en la capital. Era "el coche de Borja".

Me comenta una conocida de Aracena que Agustín, Isabel y sus hijos son gente muy apreciada en el pueblo. Buenas personas, fuertes, responsables, amables y muy trabajadoras, "a las que la vida no les ha ofrecido buenas oportunidades”. Junto otras personas de la localidad y de Zalamea la Real, de donde Agustín es originario, gente que saben lo que es pasar por la mala racha permanente que esta resultando ser el siglo XXI, se han decidido a reunir dinero para arreglar el coche. 

Quienes queramos unirnos para poner en marcha el viejo Audi de Borja y su familia, podemos ingresar nuestras aportaciones en la cuenta ES93 2100 7237 1101 0005 6346 a nombre de Agustín Cabral o Mª Isabel Sánchez. Por modestas que sean. Y añado yo que si alguien o empresa saben o pueden ofrecer un trabajo con cierta estabilidad, que no es fácil ya, pero por preguntar que no quede, pues mucho mejor. 

Se lo merecen. Se lo merecen todas las personas que, no se sabe cómo, o sí, siempre se ven obligadas a aparcar sus vidas mientras otras mucho menos responsables resuelven las crisis tarde, mal y de forma poco equitativa. Desde la distancia, ajenos a la realidad.