Abel Caballero
es una suerte de decano del municipalismo socialista. Se mantuvo casi diez años
apartado de la primera línea política tras perder frente al indomable Manuel
Fraga la Xunta de Galicia. Decidió volver desde la docencia universitaria porque
Vigo pedía a gritos un alcalde socialista. Supo pactar con el nacionalismo de
izquierdas para mantener al PP alejado de la caja pública y Vigo se lo
reconoció aumentando su apoyo hasta la mayoría absoluta conseguida en las
últimas municipales. La mayoría socialista en el poder municipal lo situó, por méritos propios, al frente de la Federación Española de Municipios y Provincias. Modelo de liderazgo exitoso. Un ganador.
Susana Díaz
llegó al liderazgo del PSOE-A y la presidencia de la Junta de Andalucía en una situación
de crisis, elevada de urgencia a los altares por la dimisión de José Antonio Griñán. Heredera
de un pacto envenenado con Izquierda Unida que hacía aguas y de un PP
liderando la oposición con 50 diputados frente a los 47 de los socialistas. Se
presentó a un Congreso regional que ganó de calle, se enfrentó a las provocadoras
exigencias de IU y convocó elecciones para acabar con la incertidumbre de un
gobierno en minoría parlamentaria. Recuperó para el PSOE andaluz la plaza de partido
más votado y con más apoyo y mantuvo los 47 escaños. El PP perdió 17 e
Izquierda Unida vio penalizado su boicot con 7 diputados menos, quedándose solo
con 5. Entraron Podemos con 15 escaños y Ciudadanos con 9. Todos ellos cedidos
por PP e IU. Ninguno por el PSOE. Liderazgo exitoso. Una ganadora.
Entre ellos un
auditorio compuesto por más de 3.000 alcaldes, concejales y militantes socialistas que han
llevado a sus agrupaciones al gobierno de sus pueblos y ciudades. Líderes en
sus territorios, ganadores de elecciones. El músculo electoral del PSOE.
¿De verdad hay
que explicar de qué iba el acto celebrado en Madrid?