martes, 1 de septiembre de 2015

'Perico', según Antonio Miguel Carmona


"Perico es un hombre bueno. Pero sobre todo, es un hombre inteligente. Sobre los que le rodean se muestra tan humilde que los que le conocemos sabemos que alberga en su pensamiento más cultura que la que podrían imaginar muchos académicos.

Escribe con la mejor pluma y corrige las frases que en latín algunos se atreven a redactar como si hablaran de corrido y a diario la lengua de Aulo Gelio. Porque Pedro es un hombre culto v sabe que mejor que el hecho de ser importante es ser una persona que importa.

También Perico es un hombre comprometido con su causa y con la de los demás. Es de izquierdas. Pero como si no lo fuera, estaría también cerca de los más necesitados. Cuando pasea por las calles le dan ganas de abrazar a los pobres y darles su sombrero.

Créanme que el valor añadido de Perico es inmenso. No sólo el humano, o el moral, sino también el económico. Una sociedad incapaz de no ocupar a Pedro está abocada a verle marcharse a trabajar, a volcar todo su valor a miles de kilómetros. Sin Perico seriamos más pobres. Mucho más pobres.

Perico, como tantos hombres y mujeres valiosos, cae en la trampa del desempleo ante la mirada impasible de los responsables, y, peor aún, de los que podrían evitar esta situación si tuviéramos un gobierno -y lo hubiéramos tenido- con la mitad de la inteligencia que tiene Perico.

Perico es un observador crónico de aquellos incapaces de legislar impulsando un plan de empleo que ponga en pie muchas generaciones. Pedro, sí, se pregunta -me pregunta- las causas por las que no se reparte el trabajo. No se alienta el crecimiento y no se apuesta por el porvenir.

Perico a veces cree que me debe algo, pero, al contrario, soy yo quien le debe todo. Porque todos le debemos a los hombres y a las mujeres capaces de hacer avanzar este país, y, si por una aguda ceguera no les tuviéramos en cuenta, esa sería la causa de que nuestra nación permaneciera parada como permanece.

No me basta con que Perico vuelva a la carretera, sino que, además, quiero dejar en la cuneta a aquellos que ocupan la calzada como si fuera de ellos. 

Perico es del sur, como es evidente, pero pudiera ser de todas partes porque en todas partes podemos encontrarle. Necesitamos para levantar este país a gentes como Perico. Está bien que haya personas que hagan el bien a cambio del Cielo. Perico hace el bien a cambio de nada."