miércoles, 21 de febrero de 2018

La oposición de Estado de Pedro Sánchez hace temblar a la derecha bicéfala



Mariano Rajoy podrá terminar la Legislatura si quiere, aunque carezca de Presupuestos Generales del Estado. Sabe que la “paz social” está garantizada porque va a contar con el apoyo de Pedro Sánchez y, a sus órdenes, de los diputados del Grupo Parlamentario Socialista. Lo contaba el pasado sábado el periodista Gabriel Sanz en Voz Pópuli, quien explicaba por qué Sánchez no teme un adelanto electoral en pleno auge demoscópico de Ciudadanos.

La respuesta está en lo que pomposamente denomina Pedro Sánchez oposición de Estado. De forma resumida, esta consiste en que el Gobierno no tenga problemas en sacar adelante, en ausencia de Presupuestos, los asuntos más espinosos. Los que mayor malestar social pueden provocar. Los que pondrían acorralar al Ejecutivo del Partido Popular.

El grupo socialista, adelantaba Sanz, se plantea a este respecto "apoyar la convalidación de los reales decreto que presente el Consejo de Ministros con medidas de urgencia", como el aumento de los anticipos a cuenta a las Comunidades Autónomas para mejorar y garantizar la financiación de los servicios de Educación y Sanidad, la subida de sueldo a los funcionarios o la oferta pública de empleo 2018. No hay duda de que,  una vez asumida esa oposición “de Estado”, si el astuto (o zorro) Montoro propone otras medidas cuyo bloqueo no sería bien recibido por la ciudadanía, el PSOE no podría cargar con la responsabilidad de ser quien las impida. La financiación autonómica  -sobre la que recae la mayoría de las políticas sociales, incluidas sanidad, educación y dependencia- funcionariado y empleo público, es decir, las cuestiones mollares que podrían poner en serios aprietos al Ejecutivo, no serán, pues, un contratiempo para que Mariano Rajoy viva cómodamente en La Moncloa, sin Presupuestos y sin malestar social. Bueno, sí, el de la corrupción. Pero los juicios no van a durar siempre, y los condenados blanquearán a los que ni siquiera han sido acusados.

El Presidente sabe que los datos macroeconómicos y la creación de más (hasta puede que mejor) empleo juegan a su favor, y podrá centrar su estrategia en atacar a Ciudadanos, el verdadero rival de aquí a las elecciones generales. Pedro Sánchez, mientras, podrá liderar una izquierda que, ni siquiera unida, les hace sombra, mientras recibe una y otra vez el letal agradecimiento del Gobierno por no bloquear el día a día de los españoles.

La oposición de Estado de Pedro Sánchez hace temblar a la derecha bicéfala.


MÁS DEL NUEVO PSOE

1.- El PSOE sacó adelante esta semana en el Congreso una propuesta sobre fiscalidad de las bicicletas. Hace unos días otra referente a erradicar la reventa ilegal de entradas de espectáculos deportivos y culturales, que como todo el mundo sabe, es uno de los muchos dramas que asolan España. Hoy mismo, la portavoz Margarita Robles ha apoyado la censura al artista Santiago Sierra en Arco. La semana pasada, Ibán García del Blanco resaltaba que el Congreso de los Diputados "está saturado de otras medidas" y "sería difícil introducir una relativa a la Cultura", por lo que el PSOE llevará el Plan Integral para el Impulso de la Igualdad en el sector al Senado, donde el PP goza de plácida mayoría absoluta.



Al mismo tiempo, los senadores socialistas se abstuvieron en la Cámara Alta en una propuesta de Unidos Podemos que pedía que España se adhiera, por fin, a la Resolución de Naciones Unidas que pide la imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad.

2.- En la Asamblea Abierta de Bilbao de este miércoles, Mikel de Barakaldo, pregunta a “mi secretario general cuándo vamos a ver un PSOE republicano en el Congreso”. Respuesta de Sánchez: “Eso te lo dejo para ti, Mikel. Yo me ocupo de Cataluña, lo arreglo, y ya las próximas generaciones os encargáis de lo que queráis”.


3.- Pedro Sánchez encarga a Rubalcaba una conferencia sobre fake news para su ‘Escuela de Gobierno’.

Albert Rivera sueña con ser Macron. Pedro Sánchez lidera el #nuevoPSOEmásPSOE. Rajoy sonríe.

Sic transit gloria socialismi.