¿Puedes donar directamente para la
reconstrucción de las escuelas y los orfanatos destruidos en Haití?
Los orfanatos y
la existencia de cientos de niños abandonados es una de las tristes realidades
que asolan hoy a Haití, uno de los países más pobres del mundo, y una de las poblaciones
más afectadas por la indiferencia del ser humano. Buen ejemplo de ello es el Orfanato
Creche Notre Dame, que se derrumbó totalmente en el terremoto de 2010
sepultando a 50 niños, y que tras la reciente tragedia vuelve a ser un ejemplo de
un drama cuya solución solo requiere de la buena voluntad de gobiernos y
ciudadanos de otros países. A veces, las cantidades requeridas para dar
solución a muchos de estos centros son tan ridículas que avergüenza ver el
horror que cada día viven miles de niños y mayores.
“Haití vive sin un gobierno efectivo”, nos cuenta desde Haití Antonio Miguel Carmona. “Por un lado por la práctica disolución de su administración, por otra parte por los sucesivos golpes militares que asolaron al país de moral. El gobierno democrático del sacerdote salesiano, expulsado de la orden, Jean-Bertrand Aristide (1991-1996 y 2002-2004), se veían siempre interrumpidos abruptamente por golpes de estado. Hasta tal punto que Titide, tal era el apodo de Aristide, disolvió el ejército, creó grupos armados populares (chiméres) y demandó la protección de Cuba y de la Venezuela de Chávez. Todo acabó con un enfrentamiento civil y la intervención de la comunidad internacional a través de la MINUSTAH (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití) que aún sigue en las calles de Puerto Príncipe. Tras un breve gobierno del músico Martelly, el actual presidente interino, Jocelerme Privert, alarga la convocatoria del balotaje presidencial (segunda vuelta) utilizando como excusa los efectos del huracán Matthew. Parece mentira que el lema del país sea L'union fait la force. Mientras, la nación parada, el Estado inoperante y los niños abandonados.”
“Haití vive sin un gobierno efectivo”, nos cuenta desde Haití Antonio Miguel Carmona. “Por un lado por la práctica disolución de su administración, por otra parte por los sucesivos golpes militares que asolaron al país de moral. El gobierno democrático del sacerdote salesiano, expulsado de la orden, Jean-Bertrand Aristide (1991-1996 y 2002-2004), se veían siempre interrumpidos abruptamente por golpes de estado. Hasta tal punto que Titide, tal era el apodo de Aristide, disolvió el ejército, creó grupos armados populares (chiméres) y demandó la protección de Cuba y de la Venezuela de Chávez. Todo acabó con un enfrentamiento civil y la intervención de la comunidad internacional a través de la MINUSTAH (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití) que aún sigue en las calles de Puerto Príncipe. Tras un breve gobierno del músico Martelly, el actual presidente interino, Jocelerme Privert, alarga la convocatoria del balotaje presidencial (segunda vuelta) utilizando como excusa los efectos del huracán Matthew. Parece mentira que el lema del país sea L'union fait la force. Mientras, la nación parada, el Estado inoperante y los niños abandonados.”
En su viaje a
Haití, invitado por una de las muchas ONG que intentan procurar un poco de dignidad
al pueblo haitiano, Carmona ha visitado tres orfanatos haitianos
constatando el colapso de los mismos. "He visto casas de huérfanos
abarrotadas, niños abandonados por las calles, familias que tratan de ingresar
a sus hijos desnutridos en orfanatos que no pueden admitirlos", nos cuenta
Carmona en los reportes que cada día nos envía desde el epicentro de la pobreza
americana. El dirigente socialista recuerda que Véronique Taveau de UNICEF
denunció hace años la grave situación de los niños abandonados en Haití,
situación agravada estas semanas tras el
paso del huracán Matthew, y desde allí afirma que "la situación ahora se
ha agravado. El terremoto de 2010 les dejó en una extrema vulnerabilidad, el
huracán Matthew les ha echado literalmente a la calle".
Carmona también ha visitado uno de los municipios más golpeados por el huracán Matthew, Jeremie, una ciudad fantasma por cuyas calles vagan sus habitantes en busca de una respuesta. "Necesitan un lugar donde dormir, escuelas que reconstruir, potabilizadoras que instalar", señaló el concejal. El camino a Jeremie es un infierno de piedras y de asaltantes que cortan el camino con rocas. "Nos costó horas llegar, avisados de la existencia de numerosos asaltantes, la través de a carretera de piedras de Les Cayes a Jeremie". "Paradójicamente" -denuncia Carmona- "la ayuda humanitaria que reciben no es la que más necesitan, y la que más necesitan no es la que reciben". "He visto familias enteras levantando escombros sin ayuda de nadie en Les Cayes, escuelas destruidas en Jeremie, niños durmiendo bajo las estrellas. Es urgente dar cobijo y asistencia sanitaria a decenas de miles de familias. España posee la UME que puede ofrecerse como ayuda urgente. Hay zonas donde sobra la comida de ayuda humanitaria, agolpan los sacos de arroz entre los escombros de casas que nadie les ayuda a reconstruir". El obispo de la diócesis de Jeremie, monseñor Decoste, ha trasladado a Carmona que "implore ayuda para la reconstrucción de las cientos de escuelas destruidas con el fin de poder escolarizar y alimentar a decenas de miles de niños". "En la carretera de Jeremie los niños gritan al paso de nuestro 4x4, menores sin colegio y sin futuro".
El terremoto de
7 grados del 12 de enero de 2010 dejó 300.000 muertos, 2 millones de
desplazados y muchos niños sin familia. Desgracia tras otra, como la del
huracán Tomas que inundó Puerto Príncipe en noviembre de 2010 o el huracán
Matthew que destruyó parcialmente la ciudad de Jeremie. Un país que ocupa
el puesto 158 de la corrupción en el mundo no se ve capaz de gobernarse con
normalidad.
Carmona visitó el orfanato Creche Notre Dame -todavía en reconstrucción-, en el que el terremoto de 2010 sepultó a casi un centenar de niños. Nada más llegar a él, decenas de niños se agarraban a sus piernas, mientras observaba que una parte del edificio, tras tantos años, continúa derrumbado. La directora del orfanato explicó a Carmona que no da abasto de niños y de tristeza. Sólo 10.000 € la separan para lograr reconstruir totalmente el hogar de aquellos niños. "Algunos se dirigen a mí en un ininteligible criollo haitiano, un francés imposible. Las miradas tristes de los niños condenan nuestras conciencias mientras sentimos sus manos agarrando las nuestras gritándome: "¡Papá!, Blanc!", cuenta el carismático concejal del Ayuntamiento de Madrid. ”Quisiera denunciar la falta de objetivos y organización de la ayuda internacional. Defenderé a mi vuelta que los próximos recursos que donemos sean destinados a la desnutrición infantil, a hogares de niños huérfanos y a la creación de escuelas", señaló Carmona.
Sólo faltan
10.000 € para que el orfanato que sepultó a decenas de niños pueda ser
reconstruido. Los niños abandonados en el orfanato de Creche Notre Dame de la
Nativité viven todavía con media casa en escombros. “¿No vamos hacer nada?”,
pregunta Carmona. Haití necesita reconstruir sus escuelas completamente
arrasadas por el huracán Matthew en las áreas de Les Cayes y Jeremie. Mientras
tanto, niños abandonados vagan sobre los escombros de sus casas y de sus
escuelas.
Desde este blog,
me gustaría, ya que mi paupérrima economía no me permite hacerlo de otra forma,
ayudar invitando a quien sí puede. Las donaciones están avaladas y garantizas,
y serán destinadas directamente a la reconstrucción de este orfanato y escuelas
en Haití de forma inmediata. Donar lo que se pueda ayuda a que los niños de
Haití tengan escuelas en las que alimentarse y construir un futuro para sus
vidas frente a un presente descalzo.
Su pueden realizar
ingresando pequeñas (o grandes, no se priven los pudientes, por favor)
cantidades en la cuenta ES41 0075 5932 6206 0011 0445 (ECAI Familias de Colores), haciendo constar el concepto
“Reconstrucción Escuelas Haití”.
Como bien dice
Carmona, “nadie comete un error tan grande como aquel que creyendo que hace
poco, acaba por no hacer nada.”
¡No te olvides de
Haití!