sábado, 13 de mayo de 2017

Quien soy yo

No soy hijo de socialistas, pero siempre he sido un tío de izquierdas. Por mi edad y la de mis padres, crecidos en el franquismo, la militancia política entró en mi familia por primera vez a través mía, pero dispuesta a quedarse a vivir conmigo.

Fui un mal estudiante e iba muy poco a clase, pues en 1980, con 14 años  temía ser descubierto por mis compañeros de Instituto como homosexual. Pero nunca dejé de formarme, fui un autodidacta. A los 15 entré como meritorio en la extinta Radio Andalucía (después Rueda Rato y hoy Onda Cero), y dos años después empecé mi currículo profesional como auxiliar de redacción de la Cadena Ser. Un camino lleno de gratas y no tan gratas escalas que me llevó primero a Sevilla, donde llegué a ser, con 25 años, Jefe de Prensa del Pabellón Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en la importante cita mundial que fue la Expo'92. En esa década de los noventa, además, hice el examen para mayores de 25 años y accedí, con 29, a la Universidad de Sevilla. Y luego Madrid y una sólida y dinámica carrera profesional y experiencia vital. 

Hasta que, como decenas de miles, me choqué de frente con el desempleo que la crisis nos había reservado a los cincuentones recién estrenados -jóvenes aún- cargados de experiencia,  ganas, y casi ninguna oportunidad de ejercer el oficio que tantos años hemos dedicado a aprender a hacer tan bien. 

Sobrevivo con la miserable ayuda absurdamente bautizada como Renta Activa  de Inserción, y he  conseguido poner en marcha una modesta asociación cultural que publica una revista, creo que bien acogida, La Mar de Onuba, que no recibe ningún tipo de subvención pública. Lo hago desde la ciudad de Huelva que me vio nacer y en la que mis padres me han acogido tras ser desahuciado de la vida laboral, y de mi Madrid querido. Mi casa.

Además sigo militando en la izquierda y lo hago por convicción, sin haber recibido nunca del partido en el que lo hago, en el que creo y confío, contraprestación institucional, orgánica, laboral o económica alguna, Milito ofreciendo lo que mejor sé hacer. Poner palabras al presente. Y lo hago convencido de que cuento la verdad y ayudo a difundirla. 

Y apoyo a Susana Díaz.

Que por ello me llamen "vendido",  "traidor", "cómplice de la derecha" o "estómago agradecido"... sí, ¿cómo lo voy a negar? me duele. Más cuando viene parapetado  en el cobarde formato de los 140  caracteres, y de compañeros de partido. 

Estos día mucha gente me ha hecho saber que hay quién pregunta quién coño es Perico Pan. Pues soy quien os acabo de contar. Gracias por vuestro interés.